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El diálogo y la promoción de los valores de la paz y la cultura del encuentro entre los pueblos están entre las principales preocupaciones de Su Majestad el Rey Abdullah II Ibn Al Hussein desde que asumió sus poderes constitucionales. Las iniciativas de Su Majestad en este noble campo humanitario, gracias a las cuales obtuvo numerosos premios internacionales, no son más que la prueba tangible y el reconocimiento internacional de estos esfuerzos reales.
En la Navidad de 1999, Su Majestad el Rey Abdullah II Ibn Al-Hussein inauguró sus poderes constitucionales, como Rey del Reino Hachemita de Jordania, al declarar el 25 de diciembre día festivo oficial para todas las instituciones gubernamentales y privadas de la sociedad jordana. También se ha convertido en una tradición anual desde ese año que los líderes de las iglesias en Jordania se reunieran con Su Majestad para intercambiar saludos en la fiesta y plantear cuestiones cristianas ante el líder del país. En 2006 Su Majestad el Rey dijo ante los obispos que representaban a los cristianos en Jordania: "Todos en Jordania, musulmanes y cristianos, forman una familia unida y trabajan de la mano por el interés, el progreso y la prosperidad de la nación".
Desde que asumió sus poderes constitucionales, Su Majestad el Rey Abdullah II ha realizado esfuerzos destacados en el ámbito mundial del diálogo interreligioso, aunque sabemos que no han sido años fáciles a nivel mundial, sino que se vieron empañados por muchos cambios regionales y desafíos locales y globales, especialmente en el campo de las religiones, que lamentablemente se desvirtuó cuando los actos terroristas tuvieron un disfraz religioso.
A lo largo de los años, Su Majestad el Rey ha liderado la corriente moderada del Islam y de las religiones en general, y ha emergido en el escenario mundial con sus esfuerzos perseverantes y continuos, especialmente cuando patrocinó la Conferencia Árabe Cristiana en 2002, lanzó el Mensaje de Amán en 2004, la iniciativa "Una Palabra Común" en 2007 y solicitó, en el año 2010, a la plataforma de las Naciones Unidas, que designara la primera semana de febrero como una semana internacional de armonía interreligiosa, la cual fue aprobada por unanimidad. No olvidemos el año 2013 cuando Su Majestad el Rey patrocinó y convocó la Conferencia Internacional sobre la Preservación de la Identidad Árabe Cristiana, y en 2014 cuando abrió el espacio aéreo jordano para recibir a los desplazados de Irak que llegaban a Jordania tras sufrir el terrorismo en su país por su religión.
Su Majestad ha ganado muchos premios internacionales en reconocimiento a sus esfuerzos para lograr la armonía entre las religiones, proteger las santidades islámicas y cristianas y proteger las libertades religiosas, así como su interés en los derechos humanos, acoger refugiados y trabajar por la paz, y por sus esfuerzos en el campo de la lucha contra el extremismo y contra los conceptos erróneos sobre el Islam, el discurso de odio y el miedo al Islam (islamofobia). Entre los más destacados de estos premios: El Premio Papa Juan Pablo II en 2005, el Premio Templeton en 2018, el Premio "Lámpara de la Paz" en 2019, el Premio Fraternidad Humana en 2022, y el premio "Camino a la Paz" de la Misión del Vaticano ante las Naciones Unidas 2022.